viernes, 4 de enero de 2013

FALSAS APARIENCIAS






Un mercader de camellos atravesaba el desierto del Sahara y acampó para pasar la noche. Los esclavos levantaron tiendas y clavaron estacas en el suelo para atar a ellas los camellos.
-Hay sólo 19 estacas y tenemos 20 camellos; ¿cómo atamos al vigésimo camello?- le preguntó un esclavo al amo.
-Estos camellos no son animales muy listos. Hagan los movimientos como para atar al camello y permanecerá quieto toda la noche.
Eso hicieron, y el animal se quedó quieto allí, convencido de que estaba atado. A la mañana siguiente, al levantar campamento y prepararse para continuar el viaje, el mismo esclavo se quejó al amo de que todos los camellos lo seguían, excepto aquél, que se rehusaba a moverse.
-Se olvidaron de desatarlo -dijo el amo.
Y el esclavo realizó entonces los movimientos como si lo desatara...
Ésa es una imagen de la condición humana. Estamos atados a cosas que no existen; tenemos miedo de cosas que no son... Son ilusiones, falsedades, supersticiones, hábitos, creencias; no realidades... No hay peor engaño que el que nos hacemos a nosotros mismos, sobre todo el atarnos con cadenas imaginarias. 


                                        Obra del Artista Pere Falguera